Alejandro fue el campeón del Concurso Mundial de Artes Culinarias, pero tras recibir grandes honores, quiso averiguar el verdadero significado de la cocina y cuál era el sentido de la vida humana. Dejó atrás toda la gloria y las riquezas y vagó en busca de respuestas. Cuando casi murió de hambre en la calle, conoció a Alicia, quien lo llevó de vuelta a su restaurante, y él se convirtió en un marmitón. Sin embargo, la habilidad de un genio nunca pudo ocultarse.