Marco Ríos, hijo único de los académicos Alejandro Ríos y Elena Ortiz, creía ser un simple campesino. Con una promesa de boda llegó a la familia Guzmán, que lo despreció. Isabel se casó obligada y sus padres lo siguieron al pueblo. Pero allí descubrieron tesoros, manjares y hasta autos de colección como si fueran cosas comunes.

Tras ser lastimada por su novio y su amante, Lucía renació bajo la protección del CEO del Grupo Gutiérrez, Carlos. De ser degradada injustamente en el trabajo a convertirse en vicepresidenta, no solo logró una impresionante transformación profesional, sino que también encontró el amor con el hombre que siempre la protegió en silencio. Al final, los villanos recibieron su merecido.

Valeria Montoya regresó de guerra y descubrió traiciones: su familia favoreció a Isabela, la huérfana rescatada, y su prometido, el príncipe Adrián, la abandonó. Desilusionada, rompió con todos. Cuando Los Estepas invadieron, Valeria reveló que había salvado a todos, pero Isabela se llevó el crédito. Tras la victoria, Valeria se alejó para siempre.

Tras morir en batalla, la fundadora Mariana Rojas renació 60 años después en el cuerpo de su homónima, una exiliada. Castigó a la doncella Camila, ganó la confianza del príncipe Mateo con una frase clave, despertó al emperador Eduardo, investigó casos de corrupción y ganó el amor del pueblo, mientras el joven Sergio Vega le confesó su amor y la siguió hasta la capital.

Lucía Valverde fue la chamán que bailó tres danzas sagradas. Las dos primeras le costaron la ceguera y la pérdida de juventud. Su hermana Isabela se casó con Alejandro Guzmán y obligó a Lucía a la última danza, que hizo que perdiera los recuerdos de Alejandro pero recuperara la vista. Secuestrada, se lanzó al vacío y Alejandro la siguió, quedando ciego. Al final, Alejandro murió en sus brazos.

La maestra culinaria Laura se casó con Lucas, quien buscaba un chef para ganar un concurso y asegurar una inversión. Al principio, su inexperiencia causó situaciones cómicas, lo que llevó al desprecio de Lucas. No obstante, con su talento, logró ayudarle a obtener la inversión, y con el tiempo, Lucas terminó enamorándose de ella.

Anaís nació en un hogar donde solo importaban los varones. Con su madre sufrió humillaciones mientras estudiaba para probar que una hija valía lo mismo. Un accidente reveló la verdad: su padre abandonó a su esposa herida y salvó a su amante y a un hijo ilegítimo. La madre murió y Anaís, llena de furia, juró justicia. Al ser la primera nacional, acudió al banquete lista para desenmascarar todo.

Liz, la reina de los romances casuales, compró por diversión a su rival en bancarrota, Lucius. Pero jugar con sus sentimientos fue su error, porque él escondía el secreto más grande de todos: era el hijo del presidente con el que ella estaba obligada a casarse.

Su hermana fue llevada al límite hasta acabar con su vida y su madre quedó en coma tras una brutal agresión. Desde entonces, ella dejó atrás su futuro y se adentró en un mundo peligroso con sed de venganza. Fingió fragilidad y actuó con cautela, sin imaginar que, entre planes calculados, terminaría entregando el corazón.

Ella y él se habían gustado en la secundaria, pero el matrimonio de sus padres los convirtió en “hermanos” bajo un mismo techo. Camila ocultó su amor prohibido, mientras Diego corría con furia. Entre pasión, celos y carreras ilegales, su historia terminó desatando un deseo imposible.