Hace 12 años, Estela Castro dejó a su padre José Castro para que este pudiera tratar su cáncer. Pese a los maltratos de sus tíos, se convirtió en la mejor estudiante del país. José, ya curado y convertido en un CEO exitoso, se precipitó a reconocerla. Pero su tío quería que su propia hija usurpara la identidad de Estela... ¡El peligro era inminente!