Eugenia se casó y, después del matrimonio, su suegra la humilló constantemente. Su esposo, cobarde, no supo defenderla. Por suerte, ella contaba con el apoyo y el cariño de sus tres hermanos mayores.

Tras un desastre en Ciudad Sur, el emperador Carlos se disfrazó de civil y descubrió la corrupción de Leandro. Al reencontrarse con su madre, fue capturado y salvó a su tío Luis en prisión. En la fiesta del alcalde, Carlos reveló su identidad, pero fue traicionado y encarcelado. El general Iván lo rescató. Carlos castigó a los corruptos y devolvió la ayuda al pueblo.

Mia salvó a Ryan de una bala, pero fueron separados. Diez años después, Ryan, ahora Edward, se casó con Mia (bajo el nombre de Amelia) para salvar a su hermana. Edward no sabía quién era Amelia y la trataba mal. Después de varios malentendidos, Edward descubrió que Amelia era Mia. Juntos enfrentaron las conspiraciones y al final, Edward se hirió para salvar a Amelia, revelándose la verdad.

Tras renacer, Lucía Fernández juró vengarse de Álvaro, su asesino en otra vida. Pero cuando el amor llegó en forma de Javier Costa, aprendió que incluso la venganza podía tener dulzura. ¡Una vida para amar... y ajustar cuentas!

Sebastián Díaz venció a Leopas en el torneo de Yueza. El director Fabián quiso casarlo con su hija Valentina, así que huyó. Con ayuda de su abuela, llegó al Club de Billar Río Azul. Aunque era nieto de Don Simón, nadie lo respetaba como entrenador. Entrenó a Javier Hoja en 3 días y enfrentó a Leonel López para defender al club.

Isabella Linz fue abandonada por Santiago Fuentes el día de su compromiso y marcada como “mujer de mala suerte”. Siete años después, ya casada con Matías Fuentes y madre de Thiago, su infierno regresó. Santiago volvió con Natalia embarazada y acusó a Isabella de infidelidad. Justo cuando todo parecía perdido, Matías apareció... y el silencio se rompió.

Despertó en los años 80 convertida en una mujer embarazada y rechazada. Con su cocina, su baile y su carácter, logró superar los prejuicios. Cuando intentó separarse después del parto, él, que ya se había enamorado de ella, se negó a dejarla ir.

Sofía, con un poder que necesitaba energía masculina, pasó la noche con un desconocido... ¡que era Enrique, su jefe! Él creyó que era un juego, pero al ver que ella no lo reconocía, la citó en la oficina. Al saber la verdad, Sofía quiso huir, pero él amenazó: "Si terminas esto, lo diré a todos". En un viaje "de trabajo", Javier puso a Sofía en peligro, hasta que Enrique la salvó.

Tras tres años de desprecio, ella descubre que su esposo viajó con su amante y un niño el día que conmemoraba a sus padres. Forzada por su familia a pedirle un proyecto, confirma que él no la ama. Decide divorciarse sin saber que él solo finge aceptarlo. Entre mentiras y traiciones, algo cambia.

Arturo Valcázar fue emboscado por asesinos y cayó bajo el efecto de un afrodisíaco. Esa noche, se unió a Isabela Duarte y le juró amor, pero huyó por miedo a dañarla. Años después, en el regreso a palacio con Su Alteza Real, encontró a Leandro e Isabela. El niño resultó ser su hijo. Isabela había entrado al palacio para ganar dinero y costear sus medicinas, pero María Saavedra quiso destruirlos por celos, la madre y el hijo.