La experta Eva Rivas renació como Luna, una niña de ocho años. Usando sus conocimientos, rescató a su familia de la ruina al descubrir tesoros ocultos. Ganó una cantera de jade y enfrentó a un malvado en una subasta donde su verdadera identidad fue revelada, humillándolo públicamente.

Carlos López estuvo casado cinco años con Elena González. Por ella, dejó su trabajo para ser su chofer y esposo a tiempo completo, soportando humillaciones con tal de hacerla feliz. Sin embargo, en su aniversario de bodas, Elena lo abandonó para cuidar a su mejor amigo, Javier Hernández. Ese fue el colmo. Carlos decidió reconciliarse con su madre, Estrella Martínez, y poner fin a su matrimonio.

Los padres de Leo Luna murieron por el juego y un maestro lo crio enseñándole artes contra la apuesta. 10 años después, superó a su maestro, empezó a luchar contra el vicio. Después de salvar a Elena Silva, quedó como tonto y ella lo tomó por esposo para agradecerle. Más tarde, en una trampa de deudas recuperó la mente y, fingiendo tonto, entró al juego para vencerlo y juró un mundo sin apuestas.

Mateo, un rey sin escrúpulos, se casó con la general Elena para arrebatarle el poder militar y luego exterminar a su familia. Ella, una guerrera astuta, solo buscaba destronarlo y formar su propia dinastía. Atrapados en un matrimonio mortal, ambos ideaban sin descanso cómo acabar con el otro, en una lucha despiadada por ver quién caería primero.

Mariana Torres y su esposo, Alberto, habían viajado en un lujoso crucero a Sanora para celebrar su aniversario. Pero la guía del grupo los confundió con pobres y los humilló sin piedad. Nadie imaginó que aquella mujer aparentemente común era la madre del poderoso Presidente Torres, y la venganza no tardó en llegar.

Lucía Reyes volvió a 1990 con memorias de su vida pasada y un sistema de recompensas. Usó su conocimiento del futuro para evitar la tragedia familiar, enfrentando deudas y ayudando a su padre. ¿Podría esta niña salvar a su familia en una época donde los niños solo debían jugar?

María Reyes se reencarnó en una novela como un personaje secundario. Su esposo estaba en coma y su familia al borde la ruina. Según la trama, todos morirían y perderían su fortuna. Para María, eso significaba volverse hermosa, rica y viuda... ¡era su sueño hecho realidad! Pero cuando intentó reclamar la herencia, su esposo despertó.

Inés Pardo, criada por los Pardo, resultó hija perdida de Juan Pérez. Volvió del ejército por su padre enfermo y pidió matrimonio para Raúl Pardo, pero los Salas la humillaron. En una fiesta, Juan la reconoció. Luego, reveló ser discípula del Dios Marcial. Más tarde salvó al líder de las Tropas Celestes y, en Mar Celestial, sus maestros la apoyaron en un nuevo conflicto.

Luna forjó con su poder divino la espada que llevó a César al trono, pero perdió su fuerza y quedó con cabellos blancos. Coronado, él rompió su juramento, la encerró y le arrancó la Sangre Tuétano. Cuando se abrió el Puente de Encuentros, Luna recuperó su poder y, junto a Mateo, venció a los demonios y halló un nuevo amor. César, abandonado y sin imperio, cayó en la soledad eterna.

Isabela Cruz, princesa oculta, vendió tesoros reales para que Mateo Vargas alcanzara el título de Doctor Imperial. Dos años después, él rompió su juramento y se casó con Camila Torres. En la boda, Isabela lo abofeteó; los príncipes revelaron su linaje y, con el Tocado del Fénix, castigó a los hipócritas como un ave de fuego renacida.