Luna soñó con una serpiente gigante que atacaba y con la traición de su novio. Pero pronto el sueño se volvió realidad. Luna advirtió a todos, pero nadie le creyó. Mientras los demás se entregaban al placer, solo ella preparaba un refugio. Cuando la serpiente apareció, los que creyeron sobrevivieron. Y los traidores… pagaron el precio.