Rocío Ruiz reencarnó gorda, en una chica de 100 kilos. Decidió conseguir marido y convertirse en la jefa de su propia banda de pandilleros. Pero de una noche loca… ¡salieron quintillizos! Seis años después, aquel “don nadie” con quien estuvo reapareció y la obligó a casarse con él. En la boda, Rocío cayó al suelo gritando: “¡¿Qué pasó con el chico frágil que me robé?! ¡Resultó ser un príncipe!"