En la cena de Año Nuevo, la familia Álvarez humilló a Mariana creyendo que era la amante del nuevo CEO, Leonardo, a quien todos decían que había llegado al poder por acostarse con una rica. No sabían que Mariana era su esposa… y la verdadera dueña del grupo. Ella lo dejó todo por amor, y cuando la verdad estalló, los destronó con una sonrisa.