Tras un desastre en Ciudad Sur, el emperador Carlos se disfrazó de civil y descubrió la corrupción de Leandro. Al reencontrarse con su madre, fue capturado y salvó a su tío Luis en prisión. En la fiesta del alcalde, Carlos reveló su identidad, pero fue traicionado y encarcelado. El general Iván lo rescató. Carlos castigó a los corruptos y devolvió la ayuda al pueblo.