Ezrael Montes vagó por la calle y sobrevivió gracias a Fausto Castel. Diez años después, ya era un guerrero supremo. Para agradecer a Fausto, volvió, pero se sumió en una batalla. Lleno de furia, organizó el Gran Ritual de Purificación, ofreciendo la sangre de sus enemigos en honor a su padre. Al final, venció y ayudó a los Castel a resurgir.